domingo, 24 de mayo de 2009

LA FAMILIA


LA FAMILIA COMO NUCLEO 

La familia supone una profunda unidad interna de dos grupos humanos: padres e hijos que se constituyen en comunidad a partir de la unidad hombre-mujer. La plenitud de la familia no puede realizarse con personas separadas o del mismo sexo.

Toda familia auténtica tiene un "ámbito espiritual" que condiciona las relaciones familiares: casa común, lazos de sangre, afecto recíproco, vínculos morales que la configuran como "unidad de equilibrio humano y social".

La familia tiene que equilibrarse a sí misma. De esa manera enseña el equilibrio a los hijos. Ese equilibrio de la familia va a contribuir al equilibrio social.

La familia es el lugar insustituible para formar al hombre-mujer completo, para configurar y desarrollar la individualidad y originalidad del ser humano.

Desde la fe, la Iglesia proclama lo sublime del camino cristiano de la vida matrimonial y la familia. Desde la visión de la obra redentora del Salvador, la enseñanza de la Iglesia no sólo valora socialmente el amor conyugal que se constituye en familia, alcanzando en el sacramento una dimensión de camino hacia la santidad, sino que entiende que los cristianos llamados a la vida matrimonial reciben de Dios una convocatoria que los invita a la perfección humana y cristiana. Precisamente, esa vocación a la santidad, universal llamado a todos los fieles, sella también la identidad del matrimonio cristiano, y abre la dimensión del amor de la pareja a un horizonte de caridad y solidaridad fraternas.

No es el matrimonio un estado de egoísmo de a dos; es más bien un llamado a superar los egoísmos para abrirse al Amor transformante del Señor, asumirlo en el núcleo familiar, y proyectarlo hacia la vida social toda. En esta perspectiva, el amor conyugal encuentra su razón de ser no sólo en sí mismo y en su dimensión social, sino que recibe su fundamento y orientación del mismo designio salvífico de Dios. http://www.m-v-c.org/subsidios/lff/iglesiayfamilia.htm


La Iglesia y la comunidad política



1 comentario:

  1. A esto se le llama mezclar la velocidad con el tocino.
    Lo has hecho muy bien Rodolfo, además de demostrar muy claramente un sectarismo y nula objetividad que caracterizan totalmente tu espacio web y que reproduces en este espacio muy a las claras.
    Te lo dice alguien que no es del Opus ni se pierde entre muros parroquiales; me basta un poco de sentido común, documentación y experiencia comunitaria.
    Se puede opinar todo... pero con argumentos serios, no de esta manera, rodolfo, y te lo digo con intención de seguir dialogando.
    http://justiciaypaz-tenerife.blogspot.com.es/
    Saludos.

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